Un concurso de Airbnb que ofrece a turistas pasar una noche en la Gran Muralla China ha levantado polémica en el país oriental.

Según la convocatoria, que se lanzó en 11 países, ocho viajeros podrán dormir en una torre de la construcción, que es Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.

"La Gran Muralla es un patrimonio histórico bajo protección, ¿cómo pueden permitir que se convierta en una casa de huéspedes común?", escribió un usuario a través de la red social Weibo, similar a Twitter en China, de acuerdo con el diario independiente South China Morning Post.

Las leyes que exigen la protección y conservación del monumento, que se extiende unos 21 mil kilómetros y es considerado una de las Siete Maravillas del Mundo, datan de 2006 y prohíben estrictamente la construcción de instalaciones que no sean para la conservación.

Sin embargo no hay leyes que impidan a las personas pasar la noche en el recinto y algunas compañías de turismo incluso ofrecen paquetes para acampar.

Para el concurso, Airbnb planea acondicionar temporalmente una de las torres para convertirla en una habitación doble, con una cama, decorada e iluminada por velas, pero carente de electricidad, wi-fi, aire acondicionado, televisión e incluso techo.

Ésta es la primera vez en la historia que se ofrece algo similar.

El gigante estadounidense asegura que no se va a poner un solo clavo en la acción, pero la promoción ha despertado fuertes críticas entre los internautas chinos, quienes están preocupados por que el monumento pueda sufrir algún daño.

Ante la polémica, la plataforma de hospedaje lanzó un posicionamiento en Weibo.

"Proteger las reliquias históricas y culturales fue la intención original de nuestra actividad, y sigue siendo una consideración primordial", apuntó la compañía.

La idea de la competición fue el resultado de una colaboración entre Airbnb y la empresa estatal de turismo Beijing Badaling.

Fuente: EFE