El que tenga los nervios mejor equilibrados, el que responda a la hora cero, ese va a ser el ganador de esta serie de campeonato, en la que precisamente eso es lo que están haciendo los Pericos de Puebla ante unos Leones de Yucatán, a los que dejaron en el campo, 2-1, para retomar la delantera dos juegos a uno.

El de ayer a partir de las 13 horas en el “Hermanos Serda” fue un duelo como ha sucedido a lo largo de estos pleiofs, muy cerrado, con un duelo de pitcheo entre José Samayoa y Jaime Lugo, y llevándolo hasta la cuarta entrada empatado a cero y ambos lanzando pelota de un jit.

Puebla, sin embargo, se puso adelante cuando con uno fuera en la quinta, César Tapia, uno de los símbolos del club, le pescó un envió a Samayoa para enviarla de jonrón por el bosque izquierdo.

Tres sencillos más, los dos últimos al cuadro, fue todo el daño que le pudieron hacer los Pericos a Samayoa, quien dejó el juego luego de seis entradas completas en las que engomó a tres y golpeó a uno.

Lugo lanzó un acto más, espaciando tres indiscutibles, con un dominio abrumador, al grado que después de permitir doble de Diego Madero en la primera entrada, retiró a los siguientes 16 bateadores en fila, hasta que Sebastian Valle dio sencillo y llegó a segunda, pero de ahí no pasó. El bateo oportuno nunca llegó.

De hecho, fue hasta la octava, ya ante la serpentina de Deunte Heath cuando Yucatán logró anotar con jonrón de Valle.

Ya el desenlace del partido se escribió en su salida, luego de que en la octava fallaron al dejar la casa llena. Para la última tanda, las almohadillas se volvieron a llenar de emplumados sin aut dejando la muesa puesta al noveno del orden, Alberto Carreón, quien respondió con sencillo al izquierdo para hacer que el estadio se vuelva una locura.

La parte medular de las fieras sigue más que apagada, otra cosa habría sido, si esos bates estuvieran encendidos Por ejemplo, Madero quedó suspirando en segunda al comenzar el juego. Ni Yuniesky Betancourt ni Juan Francisco aparecieron.

Información: William Sierra.