- La Vieja Guardia

Panteones yucatecos colmados por el Día de Muertos

Fecha: 02 nov 2017

Mérida, Yucatán a 02 de noviembre de 2017.- No vale nada la vida, la vida no vale nada, comienza siempre llorando y así llorando se acaba por eso es que en este mundo la vida no vale nada…, se escucha en el cementerio Xoclán, mientras doña María Luisa Rojas Castro recuerda a su esposo Fernando Belman, quien falleció hace siete años.

Como cada año, el día de los Fieles Difuntos generó un gran movimiento en los panteones de Yucatán, que lucía gran romería entre flores de multicolores, incienso, velas, veladores, comida y bebidas.

En el cementerio Xoclán, se ofició la tradicional misa a las 10:00 horas a cargo del arzobispo de Yucatán, Gustavo Rodríguez Vega, junto con el vicario de la parroquia de San Juan Pablo, Antonio Alberto Tamayo Loeza.

Monseñor Rodríguez Vega hizo el llamado a los fieles a no confundir las celebraciones de estos días que no tienen nada de cristiano y ejemplificó el Halloween y la adoración a la Santa Muerte.

-Nosotros no celebramos la muerte, celebramos la vida y recordamos a nuestros muertos con la esperanza de que van a resucitar y en la conciencia de nosotros mismos que vamos a morir y esperamos resucita-.

Dijo que nuestras tradiciones son en parte maya y parte española que se relacionan con el cristianismo, las cuales celebran con alegría a los difuntos.

-Nadie tome la muerte como un castigo, los seres humanos en algún lugar y algunos gobiernos dan la muerte como un castigo, pero no es castigo de Dios sino de la sociedad. En México hay muchos crímenes de venganza, castigos que se dan de una banda a otra. Dios nunca castiga con la muerte, Dios lo que hace es llamar… ven a mi presencia, pero la muerte no es nunca un castigo y siempre es para los creyentes un motivo de esperanza, en el momento en el que fallece un ser querido, allí comienza nuestra esperanza… nos vamos a reencontrar para estar siempre en la presencia de Dios-, reiteró el arzobispo de Yucatán.

-Si morimos con Cristo al final resucitaremos con él-, se dijo durante la misa a la que asistieron más de 1, 0500 personas, quienes posteriormente se distribuyeron por las instalaciones del camposanto.

Ya en los pasillos del cementerio, los vivos limpiaban las tumbas donde reposan los restos de sus seres queridos, colocaron flores y prendieron veladoras, además de orar con devoción por sus difuntos.

En las últimas secciones del cementerio se escucharon “Camino de Guanajuato” de José Alfredo Jiménez, mientras era escuchada atentamente por doña María Luisa, quien con dos de sus once hijos, Rosa María y Fernando esta mañana pasaron el día en la tumba de su padre, la cual pintaron y adornaron con coronas, que trajeron de Guanajuato, de donde son originarios.

Doña María Luisa contó que estuvo casada más de 60 años y que vivió una vida muy feliz con él, por ello que siempre lo recuerda con mucho amor y cariño.

La afluencia masiva de personas también se registró en el Panteón Florido, Cementerio General, Panteón Jardines de Paz, Panteón de Chuburná. 

Información: Martha Chan.