- La Vieja Guardia

¿Por qué están ganando los candidatos que se parecen a Trump?

Fecha: 22 abr 2019

El ganador de la segunda vuelta de las elecciones presidenciales en Ucrania, el actor Vladímir Zelenski, logró convertirse en el hombre más poderoso de su país gracias a la enorme popularidad de una serie de televisión. ¿Otro aprendiz? La estrategia electoral de Donald Trump da resultados en otros países.

El modelo Donald Trump para ganar elecciones hace carrera en varios países. Desde 2016, cuando el magnate se convirtió en presidente de Estados Unidos, han surgido varios candidatos muy parecidos a él que buscan las presidencias de varios países. Y las consiguen.

El último fue el actor ucraniano Vladímir Zelenski, quien este domingo derrotó con más de dos tercios de los votos al actual líder del país, Petró Poroshenko, en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales.

“Como aún no soy oficialmente presidente, me dirijo como ciudadano ucraniano a todos los países postsoviéticos. Mírennos, todo es posible. ¡Gracias a Dios!”, dijo Zelenski en su cuartel general.

El humorista, de 41 años sin bagaje político, logró un resultado histórico, ya que ganó en todas las regiones del país, incluido el oeste más nacionalista y la capital, Kiev. En el este rusoparlante, de donde es Zelenski originalmente, la victoria del actor fue aplastante, ya que sumó más del 88 % de los votos.

Según los expertos, Zelenski será un presidente débil, que tendrá en contra al Parlamento (Rada Suprema), que celebrará elecciones en otoño, ya que no dispone de un partido político fuerte.

“La gente espera decisiones económicas del presidente, aunque esa no es una de sus facultades. Sólo sabremos quién tiene más poder, si el presidente o el primer ministro tras las legislativas. Ahí, Poroshenko intentará tomarse la revancha”, declaró a Efe el politólogo Vladímir Fesenko.

Eso es, precisamente, lo que animó a muchos ucranianos a apoyar a Zelenski, ya que no quieren que Ucrania tenga un sistema presidencialista como el ruso, “donde un zar lo decide todo”, como comentó a Efe Yuri tras depositar su voto.

Zelenski cimentó su popularidad en la popular serie de televisión “El siervo del pueblo”, en el que interpreta a un profesor de historia que llega a la Presidencia del país. ¿Les recuerda a alguien? Donald Trump llegó a la Presidencia de Estados Unidos, gracias a su popular reality show “The Apprentice”.

El caso de Trump demuestra varias cosas. Pues además de aprovechar su fama el “modelo Trump” que se impone peligrosamente va acompañado de mensajes populistas, xenófobos, racistas, nacionalistas y misóginos.

En Europa, por ejemplo, la crisis de migración y el terrorismo alimentaron el estremecedor ascenso del populismo, justo después de la victoria del magnate republicano en EU.

El 15 de marzo de 2017, el xenófobo Geerts Wilder, líder del Partido de la Libertad, que ganó muchos seguidores gracias a su propuesta sobre la desislamización del país, usó el lema de campaña “Holanda es de nuevo nuestra”, que se asemeja al “Make America great again” de Trump.

Wilder no ganó pero su partido se convirtió en la segunda fuerza más votada del país. No pasó lo mismo en Croacia, Rumania, Lituania, República Checa y Hungría en donde discursos de miedo llevaron a candidatos muy parecidos a Trump al triunfo.

Italia es otro caso, el movimiento populista y xenófobo “Cinco Estrellas” llegó al poder en Italia y vale la pena recordar que la campaña contra el Brexit (ideada por Nigel Farage, líder del Partido de la Independencia del Reino Unido) logró que la mayoría de británicos votaron por salir de la Unión Europea, basados en una campaña llena de mentiras.

Sin ir más lejos, En Brasil ganó el año pasado Jair Bolsonaro, conocido como el “Donald Trump tropical”. Un exmilitar, que aunque llevaba 20 años en el Parlamento, su accionar político dejaba mucho qué desear. Ganó gracias a su discurso racista y misógino y hoy, con poco más de cien días en el poder, ha demostrado que una cosa es estar en campaña y otra gobernar un país como Brasil. Las polémicas, al igual que Trump, han estado a la orden del día.

El estadounidense Ronald Reagan es la primera estrella de cine convertida en jefe de Estado. Comentarista deportivo en una emisora radial y luego actor de serie B durante más de 20 años, se convirtió en el 40º presidente de Estados Unidos en 1981. Luego obtendría un segundo mandato.

Siguiendo el camino de Reagan, Arnold Schwarzenegger, ex Míster Universo convertido en estrella de Hollywood, fue elegido gobernador de California en 2003. Originario de Austria, el “gobernador” dirigirá durante siete años el Estado más poblado y más rico de Estados Unidos.

En Filipinas, Joseph Estrada, actor adorado por los pobres, entró a la política en 1969 como alcalde, antes de convertirse en senador, luego vicepresidente. En 1998, accede a la magistratura suprema, pero fue sacado del poder tres años más tarde por una revuelta popular, luego de acusaciones de corrupción.

En Guatemala, el actor cómico Jimmy Morales fue elegido en octubre de 2015 presidente, aupado por un movimiento de exasperación popular contra la corrupción y la clase política. Productor de cine y animador de televisión, se volvió famoso en 2007 al encarnar a “Neto”, cow-boy ingenuo que está a punto de convertirse en presidente.

Otro actor popular, el peruano Salvador del Solar se convirtió en ministro de Cultura en 2016 antes de ser nombrado Primer ministro en marzo de 2019.

El magnate de los medios de comunicación italiano Silvio Berlusconi, conocido por presentar en sus programas a mujeres semidesnudas, ocupó en tres ocasiones el puesto de presidente del Consejo entre 1994 y 2011. Pese a sus recurrentes problemas con la justicia, dirigió a la derecha italiana durante 25 años.

Las campañas electorales de los últimos años muestran a partidos y dirigentes cada vez más a la defensiva, recurriendo a mensajes que dividen, pero que son un éxito en redes sociales. Cas Mudde, politólogo neerlandés e importante investigador del populismo, ha pronosticado que el ascenso meteórico del movimiento se tornará “moderado” e “irregular” en 2019, y que tendrá más tropiezos por delante.

Sin embargo, todo parece indicar que Trump será reelegido en 2020 y que el populismo está lejos de desaparecer. “Mantiene su poder en Estados Unidos, en Italia y en unos cuantos países de Europa oriental, así como en algunas minorías parlamentarias importantes en gran parte de Europa occidental, donde los partidos populistas ahora obtienen tranquilamente uno de cada seis votos”, aclara Mudde en The New York Times.

Y Trump repite. El mandatario ya está en campaña para su reelección y por eso ha retomado sus temas favoritos: miedo a la inmigración, críticas a los políticos tradicionales, acusaciones de persecusión, temas que le resultaron muy taquilleros en 2016.

“Las recientes declaraciones de Trump son claramente electorales. En 2019 los demócratas están presentando a sus precandidatos. Para Trump, superado la incertidumbre del informe Mueller, se abre la campaña por la reelección. Y los temas que le funcionaron en 2016. El miedo a la criminalidad, la necesidad de endurecer las leyes de inmigración, la lucha contras las drogas, etc. reaparecen”, explica el historiador Miguel Benito.

Fuente: El Mundo