Así luce el Trono-jaguar rojo que está en las entrañas de el Castillo de Chichén Itzá y cuya fotografía dio a conocer el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, en sus redes sociales.

El INAH mantiene restringido el ingreso al público en general a esa sitio que preserva esa importante pieza de la cultura maya esculpida en piedra caliza; sus colmillos son de concha marina; sus ojos y las manchas verdes en el cuerpo del felino corresponden a incrustaciones de jadeíta. También está el Chaac Mool.

Esa cámara interna lleva años cerrada al público, ya que la estructura representa un peligro y se estaba deteriorando. Posteriormente se prohibió subir las escalinatas del Castillo.   

“Ayer pasé a Chichén Itzá a visitar el Trono del Jaguar Rojo. Voy a Washington al encuentro con el presidente de Estados Unidos, Joe Biden y el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau”, manifestó AMLO en sus redes sociales.

El Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) mantiene una serie de restricciones en las zonas arqueológicas del país, entre ellas Chichén Itzá, ya que son propiedad de la nación y por lo tanto está sujeto a varias leyes como la Ley Federal de Monumentos y Zonas Arqueológicos, Artísticos e Históricos y la Ley General de Bienes Nacionales, entre otras.

Incluso está prohibido ingresar con cámaras profesionales, drones que son considerados como equipo especial, y deben pagar, según la Ley Federal de Derechos por la captura de video y filmaciones en zonas arqueológicas de México.

Información: Martha Chan